La publicación de los Cuadernos negros de Martin Heidegger haconfirmado algunos de los hechos biográficos más oprobiosos delfilósofo alemán, como su fe en que el nacionalsocialismo pudiera sacar a Alemania de su indigencia político-económica, social e intelectual, su antisemitismo o su silencio ante el Holocausto. Son elementos queconforman lo que Jean-Luc Nancy denomina la «banalidad» de Heidegger.Heidegger tomó las fórmulas más virulentas del medio ambienteantisemita para integrarlas en un sistema de pensamiento según el cual los judíos llevarían a cumplimiento la decadencia de Occidente.
Pero estas fórmulas exigen un análisis filosófico que vaya más allá de la simple condena. Conceptos clave para Heidegger como «historia»,«destino», «pueblo» o «comienzo» ponen de manifiesto el viejo pruritometafísico de inaugurar, de fundar, de estar en lo inicial. Convienepreguntarse si estos errores no son repetibles, si el extravío o lafalta de Heidegger no revelarán el fondo negro de la culturaoccidental en donde sigue morando esa banalidad.