Y SIGUIÓ LA FIESTA

Y SIGUIÓ LA FIESTA

LA VIDA CULTURAL EN EL PARÍS OCUPADO POR LOS NAZIS

$32.667
IVA incluido
Sujeto a Disponibilidad de Proveedor
Editorial:
GALAXIA GUTENBERG
Año de edición:
Temática
Historia
ISBN:
978-84-8109-874-7
Páginas:
496
Encuadernación:
Rústica
Idioma:
Castellano
Peso:
640
Dimensiones:
210x140
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En los años treinta, París era la capital cultural del mundo. Allíestaban todos los artistas, escritores, músicos y actores. Pero el 14de junio de 1940, el ejército de la Alemania nazi ocupó París ysúbitamente el mundo cultural tuvo que preguntarse, ¿Qué hacer?Algunos se exiliaron, como André Breton, otros huyeron para encontrarla muerte más adelante, como Irène Némirovsky, otros pasaron a laclandestinidad y se sumaron a la Resistencia, la gran mayoría intentóseguir viviendo y desarrollando su obra. Bajo el nazismo, la actividad cultural de París se mantuvo en todo su apogeo. Al constatarlo surgen una serie de preguntas: ¿Cómo abordaron artistas e intelectuales elpeor momento político de la ciudad en todo el siglo XX? ¿Acaso eltalento y el estatus trajeron consigo una mayor responsabilidad moral? ¿Es posible que una cultura floreciera en ausencia de libertadpolítica? ¿Acaso trabajar durante la ocupación supuso automáticamenteun acto de colaboracionismo? ¿Se puede sancionar a un escritor que hacometido el «crimen» de tener una opinión? ¿Tienen los pintores,músicos y actores más dotados la obligación de ejercer el liderazgoético? La búsqueda de respuestas a todas esas preguntas supone elpunto de partida de este libro.En los años treinta, París era lacapital cultural del mundo. Allí estaban todos los artistas,escritores, músicos y actores. Pero el 14 de junio de 1940, elejército de la Alemania nazi ocupó París y súbitamente el mundocultural tuvo que preguntarse, ¿Qué hacer? Algunos se exiliaron, comoAndré Breton, otros huyeron para encontrar la muerte más adelante,como Irène Némirovsky, otros pasaron a la clandestinidad y se sumarona la Resistencia, la gran mayoría intentó seguir viviendo ydesarrollando su obra. Bajo el nazismo, la actividad cultural de París se mantuvo en todo su apogeo. Al constatarlo surgen una serie depreguntas: ¿Cómo abordaron artistas e intelectuales el peor momentopolítico de la ciudad en todo el siglo XX? ¿Acaso el talento y elestatus trajeron consigo una mayor responsabilidad moral? ¿Es posibleque una cultura floreciera en ausencia de libertad política? ¿Acasotrabajar durante la ocupación supuso automáticamente un acto decolaboracionismo? ¿Se puede sancionar a un escritor que ha cometido el «crimen» de tener una opinión? ¿Tienen los pintores, músicos yactores más dotados la obligación de ejercer el liderazgo ético? Labúsqueda de respuestas a todas esas preguntas supone el punto departida de este libro.Alan Riding, fue durante doce años corresponsalcultural de The New York Times en Europa. Anteriormente habíatrabajado para el mismo diario en París, Madrid, Río de Janeiro yCiudad de México. Es autor de Vecinos distantes: Un retrato de losmexicanos, considerado hoy como un estudio clásico sobre el Méxicomoderno. Ha dedicado los últimos años a la investigación y laredacción del libro que hoy publicamos, con el cual ha ganado el IIPremio Internacional de Ensayo Josep Palau i Fabre y el Spear’s BookAward for Social History al mejor libro del año de esta especialidad.Riding buscó a artistas, escritores y otras personas que hubieranvivido los «años oscuros». Su testimonio fue crucial para demostrarque la vida durante la ocupación no fue un fotograma en el que un solo momento representara todos los demás, sino un drama en evoluciónconstante, un bullicioso escenario en el que coexistieronnecesariamente lealtad y traición, comida y hambre, amor y muerte, yen el que incluso la línea que separaba el bien del mal, la résistance de los collaborateurs, parecía desplazarse según los acontecimientos.

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