La filmografía de François Truffaut representa los logros ycontradicciones de un movimiento plural como la «nouvelle vague» quesigue vivo cincuenta años más tarde. En su cine, la renovación y lafidelidad a ciertos principios cinematográficos tachados deconservadores convivieron de un modo natural. Fue un cine desentimientos en el que latió siempre una mirada conmovedora hacia lainfancia y una devoción permanente por la literatura e hizo de Antoine Doinel un auténtico símbolo con el que mirarse dentro de sí mismo.Luis García Gil, poeta y ensayista gaditano, ahonda en el presentelibro en la enorme personalidad cinematográfica de Truffaut, uncineasta incomprendido para cierto sector de la crítica que consideróque su cine se alejó de los postulados que defendía en sus escritoscomo crítico.