El día que es arrestado, K. abre la puerta de su habitación parainformarse sobre su desayuno. Acusado de un crimen que desconoce porjueces que no ve nunca y conforme a leyes que nadie puede explicarle,K. abrirá un número inimaginable de puertas intentando comprender la.situación. A medida que el proceso ocupe más y más lugar en su vida,cada puerta constituirá una traba cada vez más alienante en el proceso judicial al que se ve sometido. Solo K. parece darse cuenta, en unalucidez irrisoria e inútil hasta el fin, de la total ausencia dehechos o eventos que clarifiquen la interminable incongruencia de suconfinamiento. El proceso, sin duda una de las obras clave del geniodel absurdo que fue Franz Kafka, enfrenta al lector a la angustia decomprobar que algunas cosas son demasiado reales para ser ciertas.