¿Tienes problemas para que tu hijo adolescente te obedezca? ¿Oscomunicáis con mucha dificultad y de malas maneras? ¿Has de discutircon él para que ordene su habitación o para que asuma sus obligaciones en casa? ¿Te preocupa cómo lleva sus estudios o las compañías quefrecuenta?Tener un adolescente en casa no debería ser un camino de obstáculos,sino la ocasión ideal para educar y construir a alguien que, sinllegar a ser un adulto, ya ha dejado de ser un niño. La falta decomprensión y las distintas formas de ver la realidad deberíanconvertirse en oportunidades de enriquecimiento mutuo, tanto parapadres como para hijos.S.nia Cervantesános ofrece una mirada comprensiva y objetiva sobre larelación entre padres e hijos adolescentes y nos plantea cómo debemosabordar los problemas más habituales que surgen en la convivenciafamiliar. La autora da las claves para mejorar la educación denuestros hijos y nos recuerda que una relación familiar sana yarmoniosa debe basarse en la firmeza de criterios, pero también en elcariño y el afecto.á