Berlín, marzo de 1943. Las temperaturas son gélidas y la moral estápor los suelos tras la derrota en Stalingrado. Bernie Gunther hadejado la brigada criminal y trabaja para la oficina de crímenes deguerra. Llegan informes que hablan de una gigantesca fosa común en unbosque cercano a Smolensko, una zona rusa ocupada por las tropasalemanas. Pero la localización exacta es incierta, hasta que empiezana aparecer restos humanos en el bosque de Katyn. Los rumores dicen que los cadáveres son de oficiales polacos asesinados por el ejércitosoviético. Y si es cierto, ese crimen de guerra puede convertirse enuna propaganda perfecta para la causa nazi.