La curiosa historia de la Filmoteca del Vaticano y la elaboración delas listas de mejores películas para el centenario del cine. En 1990,durante un congreso cinematográfico en La Habana, Román Gubern conoció a un sacerdote catalán llamado Enrique Planas que resultó ser eldirigente de una institución que desconocía: la Filmoteca Vaticana.Cuando Gubern se instaló en Roma como director del InstitutoCervantes, el sacerdote catalán lo contactó y le propuso participar en las preparaciones vaticanas para celebrar el centenario del cine.Esta propuesta le permitió indagar en la Filmoteca Vaticana, sucolección de películas religiosas y las leyendas en torno a otro tipode materiales, elaborar una propuesta de lista de mejores películascon valores ejemplares (en el libro hay tres listas vaticanasoficiales, donde las películas se clasifican según sus valoresreligiosos, sociales y humanos y artísticos) y participar en ladesignación del santo patrono del cine.