Este es el testimonio de un habanero descreído. Un hombre que regresaextenuado de un largo camino que finalmente no lo condujo a sitioalguno. Pedro Juan Gutiérrez hace catarsis en este libro, duro y engran medida autobiográfico. Pedro Juan vive al borde del precipicio.Sin temor hinca su bisturí afilado, escarba en las entrañas, y lorevuelca todo, irrespetuosamente: sexo, hambre, política, erotismo,desencanto, anhelos, ron y buen humor. «Una especie de caribeñoBukowski o de habanero Henry Miller» (Felipe Benítez Reyes, Tribuna).«Tan radical como Reinaldo Arenas y mucho más hiriente que ZoéValdés... Impresionante» (Miguel García-Posada, El País).
Este es el testimonio de un habanero descreído. Un hombre que regresaextenuado de un largo camino que finalmente no lo condujo a sitioalguno. Pedro Juan Gutiérrez hace catarsis en este libro, duro y engran medida autobiográfico. Pedro Juan vive al borde del precipicio.Sin temor hinca su bisturí afilado, escarba en las entrañas, y lorevuelca todo, irrespetuosamente: sexo, hambre, política, erotismo,desencanto, anhelos, ron y buen humor. «Una especie de caribeñoBukowski o de habanero Henry Miller» (Felipe Benítez Reyes, Tribuna).«Tan radical como Reinaldo Arenas y mucho más hiriente que ZoéValdés... Impresionante» (Miguel García-Posada, El País).