«Hacía muchos años que mi vida se había convertido en un juego deruleta rusa. Alcohol, mujeres de las que solo quería sexo, fumar comoun loco, desorden total en mi cabeza y en mi corazón (...). Ahora, con cuarenta y ocho años, las cosas empezaban a cambiar lentamente. Almenos esa era mi impresión. Viviría unos meses en Madrid. Había muchofrío. Se acercaba la Navidad de 1998 y mi compañía preferida era elsilencio, una botella de Jack Daniel`s (una cada día), un casete deBruce Springsteen (The Ghost of Tom Joad) y unos tabacos que me habíatraído de Cuba. Y Carolina. (?) Diez años más joven que yo, un culobellísimo y firme, madrileña dura, de barrio, medio loca.»Así arranca Estoico y frugal: en efecto, el cubano Pedro Juan llega aMadrid en medio de un gélido invierno, con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, y allí vivirá aventurasvitales y sexuales sin freno. A Carolina, que un buen día se marcha aLondres, la sustituirán una madre y un hijo que lo acogen en su casarepleta de juguetes antiguos, un círculo de mujeres maduras nadaasexuadas, una fotógrafa belga aficionada al sadomaso que tiene unamante gay y voyeur, una chica que está haciendo una tesis sobreliteratura cubana? Y después, viajes a Burgos, Benidorm, Alemania eItalia, donde siguen los encuentros singulares: con un escritor que lo lleva a un club gay, con un serbio enloquecido, con un viejo amigo de la antigua RDA, con una fotógrafa que se dedica a sacar fotos en lamorgue romana? Y, entre lance y lance, Pedro Juan se plantea su futuro y se pregunta si quiere ser un autor famoso y de éxito o un autorinvisible.En la línea de su narrativa vital, visceral y sexual, Pedro JuanGutiérrez nos presenta una narración que supura verdad por cada poro y que habla de la memoria (los primeros deseos, las primeras pajas ylos primeros trabajos en la lejana patria), de la creatividad (lacarrera como escritor, sus peajesy sus prebendas) y sobre todo de las ansias de vivir, de amar y defollar como un modo de esquivar la vacuidad y la muerte. Descarnada,lúbrica y de ritmo frenético, la novela no da tregua al lector: elBukowski caribeño nos cuenta sus andanzas por la vieja Europa.