Contados son los momentos en que la bolita -en la infancia del autor,los niños utilizaban la palabra "bolita" para los juegos de canicas-permanece inmóvil. Excepto cuando queda detenida en el charco, estácasi siempre cambiando de lugar gracias a esa dulce pendiente que esla ciudad y que la va llevando, salvo accidente o encuentrointempestivo, hacia los barrios y calles del sur en busca del mar, del que nunca oyó hablar.