En el puerto de Trieste, uno de los principales puertos cafeteros deEuropa, donde se comercia con el café en grano más caro del mundo, sehan robado sacos y sacos,, aunque ése es un asunto que no inquietademasiado al comisario Proteo Laurenti. O al menos no tanto como elcadáver de un ahogado, el chantaje a una importante políticaextranjera y las arriesgadas investigaciones privadas de unaperiodista etíope. En su séptimo caso, el entrañable y cabezotacomisario debe armarse de valor para atacar al enemigo, y va a dar delleno en un avispero. Sus sospechas no tardan en convertirse encertezas: todos los elementos no son sino meras figuras de un teatrodirigidas por las manos más siniestras...