«Intenté ser una persona honrada. Lo intenté durante mucho tiempo...,pero no funcionó», asegura TyndaleCorbett, un agente comercial enparo, cuarentón divorciado y sin dinero que suplanta por unos días aun amigo en una convención de agentes comerciales en Miami. Trasviajar a esta ciudad y salir airoso del encuentro, Tyndale,deslumbrado por los hoteles de lujo, la diversión fácil y unas vagasintuiciones de enriquecimiento rápido, decide acabar con sucochambrosa mediocridad y aspirar alto, muy alto: de hecho, decide ser Dios... o, al menos, tratar de convencer a la ciudad de que lo es.Para ello necesita una parroquia y la encuentra en la Iglesia delCristo Fuertemente Armado. Pero su apostolado no acaba de cuajar yTyndale se jugará el todo por el todo con un milagro pasmoso: morirá y resucitará a las pocas horas. Para ello, urde un plan infalible conel empleado de una funeraria, pero ¿acaso existen los planesinfalibles?