Dice el refrán que los únicos que nunca cambian son los tontos y losmuertos, será por eso que las mujeres se pasan la vida cambiando,alterando lo que haga falta para poder seguir adelante. Tanto trasiego a menudo cansa, y hay días en que una tiene ganas de tirar la toalla, pero ahí están las magníficas historias de Maitena para reivindicarcon talento y humor el derecho de todas las mujeresa dudar, aequivocarse, a tropezar una y otra vez con las mismas piedras, paraluego seguir caminando con la cabeza bien alta, el cuerpo siempredispuesto a una nueva aventura y... lo más importante: con una sonrisa en los labios.