Tras volver de Burkina Faso, Patricia le enseña a su amiga escritoralas fotos de su viaje. La imagen de dos niños, que se acercan a losturistas con unas latas de tomate colgando, sin hablar, con unasonrisa, impulsa a la escritora a crear una historia protagonizada por uno de ellos, Essein.
En su ficción, Essein es ya un adulto que regresa a su aldea despuésde trabajar en el extranjero en una plantación de cacao.Allí conoce aRamala, una joven que sirve al capataz de la plantación soportandomalos tratos. Juntos realizarán, temerosos, el viaje de vuelta a sutierra y comenzarán una vida integrados en la actividad de la aldea.