ROCA, ALICIA / ROCA ORTA, ALICIA
Me parece oír un rumor lejano, y noto cómo se me eriza el vello de los brazos debajo de la chaqueta. Efectivamente, alguien se acerca. Elestómago se me encoge cuando imagino a la bestia avanzando hacia miárbol. Habrá descubierto que no estoy en casa, ha abandonado a laseñora gorda y a su marido, y ha seguido mi rastro hasta aquí. Es solo una cuestión de tiempo. Cuento los segundos en silencio. Los pasos se acercan más y más. Ha llegado al pie del árbol y ahora está subiendola escalera. Me encojo tanto como puedo, tapándome la cabeza con losbrazos, para intentar detener el primer ataque. No puedo hacer nadamás. Solo esperar.