«Debemos reconocer que el exceso del mal está presente en el mundo.Este se verifica cuando se sobrepasa la pura estupidez humana -quecausa graves daños, pero los provoca por incuria, por ineptitud, pornegligencia, por fragilidad, por debilidad- y se llega a laplanificación del mal hecha con cinismo y crueldad para disfrutar delmal ajeno, del aplastamiento del otro.Naturalmente, en el mundo se da también un exceso del bien. Este severifica en el momento en el que se supera la relación de estrictajusticia, el puro contrato paritario: "Yo te doy, tú me das". Entonces se da con total gratuidad, se da con pura pérdida -dando a quien nose lo merece, a quien nos es hostil-, superando las buenas maneras, el sentido común, la percepción corriente de la medida. Es la superación de las costumbres mundanas, pisotear toda convención, lo quepodríamos llamar una "transgresión" sin el valor negativo deltérmino».Carlo Maria Martini