Lluis Muñoz Sabaté, abogado y psicólogo, facilita con esta obra cuanto el lector quiera conocer y aprovechar del indicio como pruebajudicial, tanto civil como penal. Desde lo más simple o atomicistahasta lo más complejo y académico. Presunciones, informaciones,indicios endoprocesales, el peso de los indicios, cadenas indiciarias. Cómo se forman los indicios, cómo buscarlos, dónde encontrarlos, cómo preservarlos, cómo trasladarlos al proceso y sobre qué clase desoporte (testimonio, documento, pericia).
La segunda parte del libro empieza por una exposición de las famosastablas indiciarias, que tanto proliferaron en los siglos XVII y XVIII, para pasar luego al momento actual con la exposición de tablasprobatorias referidas, entre otras, a la prueba del blanqueo decapitales, la prueba de la insolvencia o la prueba de la mentira.
En la tercera y última parte se contiene una revelación:universalmente no hay más que 72 indicios, que son descritos uno a uno por el autor, indicando a la vez su aplicación a los distintos temasde prueba con una metodología francamente holmesiana. Muñoz Sabaté seacerca aquí, salvando obviamente las distancias epistemológicas, a lafamosa tabla periódica de los elementos de Mendeléyev.