La magia existe. Aunque nadie la llama así: la llaman prodigios. Paraque suceda un prodigio alguien tiene que pedirlo y esperar a que losdioses, sean cuales sean, respondan.A veces los prodigios ayudan. Otras tienen consecuenciasespeluznantes, como terremotos, plagas y bestias monstruosas.Desde que la Inquisición los prohibió en Europa, pasaron a convertirse en meras leyendas. Pero todo cambia con el desembarco en el NuevoMundo?A principios del siglo XVIII, las colonias británicas bullen deactividad: hay cazatesoros, inquisidores y nativos, y los monstruoscampan a sus anchas. Allí es a donde envían a las hermanas Woodcombe:Olive, fascinada por todo lo que encuentra, y Hester, obsesionada conuna melodía que puede salvar o condenar todo lo que ama.