¿Por qué nuestra apariencia corporal nos inquieta tanto? ¿Qué es loque se valora socialmente en ella? ¿Se tasa en todos los entornos delmismo modo? Una reconstrucción histórica permite ver que los cuerposno se valoraron siempre igual, tras esta, el autor nos propone leer la presencia de un capital ligado al cuerpo (un ,capitalerótico,) como el efecto de transformaciones en el campo de lasalud, de la relación entre las clases sociales y de nuestra idea decuáles son las condiciones de una persona consumada.Esas transformaciones nos permiten avistar posibilidades detransformación. Porque una cosa es que nos expresemos como deseemoscon nuestro cuerpo y otra muy distinta que se nos impongan exigenciasy que éstas, además, nos adentren en caminos próximos a la patología.Un estudio empírico sobre trabajadoras, cualificadas y de oficiosobreros, nos ayuda a tener un mapa contemporáneo de cómo se conecta el capital erótico con los trastornos alimentarios. Un análisis de losconflictos existentes nos permite avistar formas de movilizaciónpolítica contra los modos más dañinos de capital erótico.