La introducción del libro recuerda e intenta superar las dos tesiscontrapuestas que se han venido proponiendo sobre la poesía amorosa de Quevedo, la que ve en ella la expresión de una subjetividaddesgarrada, y la que la explica como reescritura artificiosa de unacompleja tradición literaria. Por otra parte, plantea unos cuantosprincipios de método aplicables a la lectura de los textos barrocos en general: la posibilidad de leerlos como argumentación en apoyo de una tesis o ´´sentencia´´ central, la oportunidad de considerar latradición doctrinal y literaria de donde esta sentencia deriva, laíndole sofística, y sin embargo indirectamente verídica, reveladora,de la argumentación desarrollada. Se comentan a continuación ochotextos breves, lo bastante distintos entre sí como para reflejar laversatilidad de Quevedo, y lo bastante complejos como para manifestarla riqueza polifónica de su escritura. El comentario se propone nosólo aclarar la letra de los textos, sino explicar en parte su calidad estética y el interés que pueden tener todavía para un lector de hoy.