«Las naciones necesitan mitos compartidos y España ?salvo la guerra de Independencia y el gol de Iniesta?no los tiene». Santiago Alba Rico, miembro de una generación que nació «demasiadotarde para luchar contra el franquismo y demasiado pronto para elpasotismo», trenza en este libro la historia de un extraño país: unpaís en el que la izquierda renegó del Quijote, de Galdós y de labandera y cuyos gobernantes, siglo tras siglo, expulsaron a judíos ymoriscos, despreciaron a sus gentes y enterraron a demócratas en lascunetas, un país que dejó de ser mediterráneo e industrial hacetreinta años para ser aceptado en la Unión Europea y en el que uninesperado reverdecimiento democrático, hoy algo marchito, llevó almismo Alba Rico a enrolarse en la campaña electoral en 2015.Pero este no es un libro de historia. Es más bien un «ensayo muypersonal, a ratos autobiográfico, intencionadamente ?decimonónico?»sobre España, sus santos y su literatura, sobre su falta de mitos y su exceso de fantasmas, sobre sus arrebatos de virilidad en todosaquellos momentos históricos en los que alguien trató de delimitarquién estaba dentro del proyecto y quién fuera. En definitiva, unensayo que indaga en las razones de por qué España es una nación queno acaba de existir y por qué a los españoles la unidad es lo que másnos separa.