Estamos en una pequeña ciudad de la Toscana, tras el fascismo y la IIGuerra Mundial. Italia está dejando de ser una nación pobre, ruralaún, para convertirse en una gran potencia industrial. Pero no sólocrece la industria, también «el trabajo cultural». El dinero ya noescasea e incluso en la provincia nacen por doquier asociacionesculturales, clubes de cine o de lectura, conferencias y recitales...La ciudad crece y la vida se parece cada vez más a la de una granmetrópoli. Jóvenes escritores y profesores, bibliotecarios yperiodistas se reúnen en los cafés para analizar las consecuenciaspolíticas de la guerra mientras escriben «la obra definitiva». Irónico e irreverente, el narrador de esta magnífica novela pinta undivertido y también corrosivo panorama de la época.