En su primera novela, Amelia Pérez de Villar se enfrenta al eterno ynunca resuelto problema de nuestra identidad personal y de la propiaimagen, de la mano de una persona presa de una peculiar obsesión.Adopta para ello una forma original y de gran intensidad, un registrodifícil y arriesgado: el descorazonador y trepidante monólogo de unamujer, de quien apenas conocemos más que su nombre y la inicial de suapellido: Lola B. Ella se convierte en el arquetipo de la mujer, unaespecie de «Juana nadie», que desde tiempos de la mitológica Penélope, la paciente esposa de Ulises, espera y desespera por el comienzo desu propia odisea.