EL LIBRO DEL DOLOR Y DEL AMOR

EL LIBRO DEL DOLOR Y DEL AMOR

$43.377
IVA incluido
Despacho 15 - 25 días hábiles
Editorial:
GEDISA EDITORIAL
Año de edición:
Temática
Psicologia
ISBN:
978-84-7432-636-9
Páginas:
256
Encuadernación:
Otros
Idioma:
Castellano
Peso:
330
Dimensiones:
225x155
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Una aportación innovadora de gran importancia para la comprensión deldolor psíquico, que amplía las teorías de Frued y LacanAsignar unvalor simbólico a un dolor que en sí mismo es lo real puro, la emoción brutal, hostil y extraña es, a fin de cuentas, el único gestoterapéutico que lo puede hacer soportable ... Ante un estado deprofundo dolor, el psicoanalista actúa como si enseñara a bailar,evitando los pasos en falso, la pérdida de impulso y las caídas delpaciente, hasta que éste pueda reencontrar su propio ritmo. «El dolorpsíquico es un sentimiento oscuro, difícil de definir ... Sunaturaleza incierta nos enfrenta al desafío de querer asir un afectoque escapa al pensamiento.» El autor ofrece en esta obra unametapsicología del dolor, única aproximación teórica satisfactoriapara explicar el mecanismo de la formación del dolor psíquico. Eldolor, sea físico o psíquico, siempre es un fenómeno límite. A lolargo de estas páginas se observará que emerge siempre en los límites, los límites entre el cuerpo y la psique, entre el yo y el otro y,sobre todo, entre el funcionamiento ordenado del psiquismo y sustrastornos. Debido a esta situación de límite, el psicoanálisis nodistingue claramente entre el dolor corporal y el dolor psíquico. Elmodelo del dolor corporal, esbozado por Freud al comienzo de susinvestigaciones, puede esclarecer de manera sorprendente nuestraconcepción del dolor psíquico.El dolor es un afecto, la última barrera ante la locura y la muerte. Tenemos las fuerzas suficientes paracombatirlo y seguir viviendo. A este dolor-afecto están dedicados losprimeros capítulos. Generalmente, el funcionamiento psíquico estáregido por el principio del placer que regula la intensidad de lastensiones pulsionales para hacerlas tolerables. Cuando se produce unaruptura brutal con el ser amado, estas tensiones quedan descontroladas y el principio de placer se vuelve inoperante. Cuando el yo nopercibe ya la fluctuación entre placer y displacer, sino un caos depulsiones indomables, queda a la merced del sentimiento de dolor. Portanto resulta muy importante distinguir entre displacer y dolor. Eldolor no es tanto el afecto provocado por la pérdida de un ser amado,sino por la autopercepción de un tumulto pulsional internoincontrolable.

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