Después de sufrir un ataque de pánico ante millones de telespectadores en la emisión de Good Morning America, Dan Harris supo que tenía quecambiar algunas cosas. Escéptico durante toda su vida, se dio cuentade que el origen de sus problemas era en realidad aquello que siempreconsideró su mayor activo: la voz interior incesante e invariable quele venía impulsando hacia los más altos niveles de una empresahipercompetitiva.
Y es que todos tenemos una voz interior. Es la que nos hace perder elcontrol innecesariamente, comprobar el correo electrónico de formacompulsiva, comer cuando no tenemos apetito y quedarnos fijos en elpasado o en el futuro, a expensas del presente.
La mayoría de nosotros asumimos que estamos sujetos a esa voz y que no podemos hacer nada para liberarnos de ella, pero Harris descubrió unmétodo eficaz para conseguirlo: la meditación. Tras aprender deinvestigaciones que sugieren que la meditación lo puede todo, desdereducir la tensión arterial a trazar un nuevo cableado en la mente,Harris logró aumentar la calma, la concentración... y ser por lo menos un 10% más feliz.