Con las aventuras de Zapo y Pato, la autora ha intentado reflejar eloptimismo y la confianza en un final feliz, a pesar de las aparentesdificultades.Con las aventuras de Zapo y Pato, la autora ha intentadoreflejar el optimismo y la confianza en un final feliz, a pesar de las aparentes dificultades.Zapo y Pato eran dos zapatos de caballero, de esos del número 50, queel señor Botas fabricó en su taller. Eran tan grandes que poca gentecompraba zapatos de ese número. Así que Zapo y Pato decidieron probarfortuna y buscar un dueño por las calles de la ciudad. Menos mal queencontraron a Patasusias... y calzaba un 50!