Desde la perspectiva médica el dolor agudo cumple una función vitalcomo símbolo de alarma. Desde esta misma perspectiva, el dolor haperdido dicha función y se ha convertido en la enfermedad misma, unpadecer que irrumpe en la cotidianeidad, que trastoca y transforma lavida misma, no solo de la persona afectada sino de su entorno socialen general.El dolor es el reflejo de la frenética vida contemporánea, enmarcadaen la desmesura del consumo, del deseo de la eterna juventud y de lasalud como mercancía.