La suerte ha dado la espalda a Hart y parece que no puede hacer nadapara remediarlo. Es buscado por la policía, deambula como un vagabundo por las heladas calles de la gran ciudad y no tiene a nadie a quienacudir. Así que cuando se cruza en su camino un grupo de ladronesprofesionales, formado por tres hombres y dos mujeres que se dedican a desvalijar mansiones, une su destino al de ellos con la esperanza demejorar su fortuna, convencido de que no tiene nada que perder. ¿Oquizá sí? Publicada en 1954, en una época en la que el autorfrecuentaba los bajos fondos de Filadelfia, bebía en exceso y escribía a un ritmo vertiginoso para sobrevivir (ocho novelas en apenas cuatro años), Viernes negro tiene esa aura de fatalismo que tan bien sabíadibujar Goodis en torno a unos personajes maltratados por la vida. Aligual que otras novelas de este autor de culto, Viernes negro se llegó a adaptar al cine una vez muerto su autor, en 1972, bajo el título La course du lièvre à travers les champs.