Desde el siglo XVI en adelante, los artistas prestaron cada vez másatención al mito de Venus, convirtiéndolo en vehículo para lacelebración de la belleza y la capacidad de seducción femeninas.Andreas Prater revela en su libro la enorme riqueza temática y lavariedad de implicaciones -estéticas, morales, e incluso políticas- de la Venus velazqueña, mostrando los precedentes iconográficos quepermiten la interpretación de este fascinante y debatido lienzo, entre cuyos avatares modernos se cuenta la agresión sufrida en 1919 a manos de una enfurecida sufragista.