Dicen que la vida puede cambiar en un segundoà Después de perder a suhermana en un accidente de coche, una tragedia que la dejó hundida,Quinn Weller estaba empezando a recuperarse. Parecía que lo teníatodo: una familia que la adoraba, el trabajo de sus sueños en losÁngeles y un novio guapísimo que se moría por ponerle el anillo decompromiso. Entoncesà ¿por qué se sentía tan vacía, como si estuvierabuscando una pieza perdida del rompecabezas y no pudieraencontrarla?La respuesta llegó cuando un abogado fue en su busca y lereveló un secreto impactante y también la existencia de una misteriosa herencia que solo ella podía reclamar. Para Quinn, aquella noticiafue como una avalancha. Toda su vida había sido una mentira. Siguiendo un impulso, dejó su casa, su trabajo y a su novio, y se dirigió aWildstone, donde se sintió atraída por los sencillos placeres de lavida en aquel puebloà y por el apuesto desconocido que le ofreció suamistad sin hacer preguntas.A medida que Quinn se iba adaptando aWilstone, descubrió que su herencia no era una casa, ni dinero, sinoalgo mucho más emocionante, algo que hizo que se cuestionara todo loque creía saber sobre sí misma y sobre su familia. Y, en aquel mundonuevo y lleno de posibilidades, iba a tener que decidir si esa era lavida que siempre había deseado.