Mamá, lee esto, dijo Ailsa extendiéndole el libro abierto,No podíaser. Él existía. Lo había tocado. Tenía que existir. La vida de otraspersonas había cambiado a causa de él. Hizo un esfuerzo para recordarlos diferentes clientes a quienes Era C. había atendido. ¿Dóndeestarían? ¿A quién acudir para pedirle prueba de la existencia delbibliotecario?