La crisis del euro está poniendo a Europa contra las cuerdas, no cabeduda de ello. No obstante, el quid de la cuestión es que, en esteproceso, las reglas básicas de la democracia europea están en suspenso o incluso transformándose en su contrario, pasando por encima de losparlamentos, gobiernos e instituciones dela Unión Europea. Elmultilateralismo se convierte en unilateralismo, la igualdad enhegemonía y la soberanía en privación de soberanía de los países.
¿Cómo ha sucedido todo esto? La previsión de la catástrofe europea hacambiado ya, sustancialmente, el panorama del poder europeo. De hecho, está provocando el nacimiento de un monstruo político: una Europaalemana.
Alemania no persiguió esta posición de liderazgo. Por el contrario,este es un ejemplo perfecto de la ley de las consecuencias nopremeditadas. La invención y puesta en circulación del euro fue, enrealidad, el compromiso que Francia quiso que el país germano aceptase para vincularla Alemaniaunificada en una Europa más integrada, en laque Francia seguiría desempeñando el papel preponderante. Pero lo queha sucedido es justamente lo contrario. Económicamente, el euroresultó ser muy bueno para Alemania. Y con la crisis del euro, lacanciller Angela Merkel se ha convertido en la reina informal deEuropa.
Según Beck, la nueva gramática del poder se ajusta a la diferenciaimperial entre países acreedores y deudores. Por consiguiente no setrata de una lógica militar, sino económica. A este respecto, loscomentarios sobre el ?Cuarto Reich? son totalmente erróneos.
El autor considera quela Europa, tal como la conocemos ahora, no serácapaz de sobrevivir en las peligrosas tormentas el mundoglobalizado.La UniónEuropeadebe ser algo más que un matrimonionefasto, y es preciso actuar urgentemente y con clarividencia paraafrontar este riesgo.