Cuando el célebre dramaturgo y novelista norteamericano Arthur Millerha cumplido ya ochenta y un vigorosos años, cuando se estrena estatemporada la película Las brujas de Salem, basada en una de sus obrasde teatro más conocidas y con guión del propio Miller, nos satisfacepublicar su novela más reciente, Una chica cualquiera, que salió a laluz en Estados Unidos en otoño de 1995. Una novela corta que demuestra que el autor, cuya energía creativa no parece mermar con los años, se las sabe todas acerca de las mujeres. Janice nunca fue una belleza, y lo sabe. Pero sí ama las causas justas, y tanto se empeña en ellasque, en el Nueva York de los años treinta y cuarenta, se casa, llenade admiración, con Sam, un hombre políticamente comprometido con laizquierda radical. Pero los avatares de la política en esos años deguerra crean contradicciones ante las que Sam reacciona más como unobediente servidor de su ideología que como el brillante intelectualque ella veía en él. Y Janice deja de admirar a su marido, inclusocuando éste se alista en el ejército aliado, y cae en la cuenta deque, en realidad, Sam entró en su vida porque ella jamás se habíavalorado a sí misma. Cuando vuelve Sam, la distancia entre los dosparece ya irreparable? ¿Podrá Janice ser feliz algún día? Miller entodo caso sugiere una fórmula: «Tomar lo que se nos ofrece, pedirlo si no se nos ofrece, y nunca lamentar nada».