Harry Dresden está pletórico: en un año, no ha sufrido ningunatentativa de asesinato. El mayor problema que ha tenido últimamente ha sido lidiar con la torpeza patológica de su nueva aprendiz, así queel futuro parece halagüeño. Por desgracia, el pasado no es, ni delejos, tan benévolo.
Una vieja deuda lo ata a Mab, monarca de las hadas de la Corte deInvierno y reina del Aire y la Oscuridad. Harry le debe aún dosfavores y el momento de saldar cuentas ha llegado. Aparentemente, setrata solo de resolver una menudencia, pero no puede negarse. Acabaráatrapado entre un enemigo espeluznante y un aliado mortífero,obligándolo a medir sus lealtades y probar los límites de su destreza. Vaya sorpresa.