Quienes hemos leído sus libros con entusiasmo echábamos demenos a Lorenzo Plana, su poesía, el diálogo que propone con eltiempo, con el lector y su nostalgia, capaz de hacer que el pasado
arraigue en el presente de otro modo, que la memoria se explique
de otro modo en el poema. Este libro, Un pájaro naranja atraviesa
mi sangre, no sólo es el reencuentro con una escritura extrañada
y auténtica sino con la desolación y los gozos pequeños de quien
habla y a la vez interroga. Plana es un poeta que documentael paso del tiempo desde la certeza de sentirlo y el desconcierto
de entenderlo. Alguien que mira la senda recorrida y, sin embargo,
también reconoce en cada amanecer otra música posible. Heaquí un hombre perplejo y consciente, a pesar de todo, de que la
poesía está despierta en el deseo, en el amor, en el miedo, en el
olvido. Y alrededor nos convoca. (ANTONIO LUCAS).