LINARES, J. L. Y CAMPO, C. / LINARES, JUAN LUIS / CAMPO, CARMEN
Los discursos más difundidos sobre los trastornos depresivos tienden a interpretarse en clave biológica o a destacarse en lo que se refierea sus implicaciones sociales. La presente obra invita a traspasar lafachada negadora de conflictos tras la que muchos depresivos separapetan y a explorar un universo relacional bastante menos idílicode lo que las apariencias sugieren. El depresivo accede a su condición de paciente emblemático de la psiquiatría desde un aprendizaje deexigencia y descalificación que le hace extremadamente sensible a lavaloración de los demás. Defraudado en sus expectativas, tanto en lafamilia de origen como en la pareja, procesa su desesperanza entérminos de culpabilidad pero también de hostilidad encubierta.Necesitado de ofrecer una imagen respetable, prefiere presentarse como enfermo orgánico que como sujeto de juegos relacionales presididospor la carencia y el expolio. Y si la dinámica de desvalorizacióninexorable lo conduce al acto suicida, enviará mensajes coherentes con su bajísima autoestima junto a otros capaces de transmitir a suentorno hostilidad y culpabilidad. El distímico, por su parte, produce sus síntomas en contextos presididos por triangulacionesmanipulatorias, en las que aprende a manejarse entre coalicionestransgeneracionales y pérdidas relacionales relevantes. La utilización que hace de sus síntomas le conduce a participar en continuos pulsossimétricos que lo sumen en la cronicidad a la vez que disminuyenradicalmente su popularidad en medios psiquiátricos.