SALEM, CARLOS / SALEM, CARLOS NAC: ARGENTINA
Había decidido que, antes de cumplir los catorce años, averiguaría laverdad sobre la muerte del Tigre Blanco, encontraría su tesoro ycompletaría su misión de devolver cada pieza a sus legítimos dueños. Y por fin lograría saber quién era esa figura misteriosa, una siluetaapenas, una sombra veloz, que aparecía cuando estaba en peligro, mesalvaba y volvía a desaparecer. Podía hacerlo. Para eso yo era el hijo del Tigre Blanco.