KIRKMAN, ROBERT / BONANSINGA, JAY
Los caminantes se multiplican atraídos por un hambre salvaje de carnefresca. Paralizada por el miedo, Lilly confía en la protección que ledan los buenos samaritanos de Woodbury. Al principio, el lugar pareceun santuario perfecto. Sus habitantes truecan servicios por comida ylas barricadas se extienden. Lo mejor de todo es que el líder, Phillip Blake tiene a todos a raya. Pero las cosas no son lo que parecen.Blake, el Gobernador, tiene ideas particulares sobre la ley y elorden. Finalmente, Lilly y un grupo de rebeldes retarán el mandato del Gobernador y provocarán una masacre y la destrucción. Y así lacarretera a Woodbury se convierte en el camino al infierno.