Una vez arribada a las islas, sin embargo, las metas quedandifuminadas ante la fascinante diversidad que ostenta cada una, sea en su idiosincrática historia o su paisaje y sus personajes. Y si labúsqueda depara muchas gratificaciones tampoco faltan lossinsabores.Los folletos turísticos a menudo dan la impresión de que Grecia sonsus islas pero los amantes del mundo helénico sabemos que tanto laGrecia insular como la continental son esencialmente complementarias,de ahí que las estancias en ésta, entre cada partida y regreso (eneste caso en el Peloponeso y Atenas), forman una parte integral de laserie de citas con el Egeo.