Rubem Fonseca regresa al género que lo ha consagrado mundialmente, alrelato, con su habitual irreverencia. Si hasta ahora sus delirantespersonajes estaban tomados del mundo del sexo, de la violencia, delcaos urbano y de la marginalidad, esta vez han entrado de lleno en lafisiología del cuerpo humano asociándola a los desatinos del alma. Unhombre que practica la copromancia y descubre su propio destino en los excrementos, una mujer con pérdidas de sangre repentinas, un obsesocuarentón onanista, un joven traicionado que chupa la sangre de suenemigo, un hombre que se deleita con su propia aerofagia? son algunos de los protagonistas de Secreciones, excreciones y desatinos. Por más extrañas que parezcan las situaciones descritas, están contadas comosi no hubiese en ellas nada excepcional, en un tono sereno que marcaun contraste decisivo para la creación del efecto sorpresa y mantieneatrapado al lector. Todo ello con un dominio impecable del lenguaje,con humor y una exuberancia expresiva que han hecho a Rubem Fonsecamerecedor del prestigioso Premio Camoens de literatura 2003 por elconjunto de su obra, y le han convertido en el mayor cuentista vivo de la lengua portuguesa.