Mayo de 1969. Durante la cena que celebra una vez al mes, el magnateinmobiliario Magdalon Schjelderup cae fulminado. Alguien ha echadoalgo en su plato y lo ha asesinado. Como el personal de serviciolibraba ese día, su verdugo solo puede ser uno de los diez comensalesque le acompañaban. Todos ellos orbitaban alrededor del poderosomultimillonario, y todos tenían alguna razón para querer acabar conél. Se trata de un caso laberíntico para el cual el inspectorKristiansen no encuentra una solución. Por suerte, cuenta con laatípica ayuda de una joven que apenas sale de casa pero tiene unaasombrosa facilidad para resolver enigmas. UN BANQUETE Y UN ASESINATO. EL CULPABLE SE SENTABA A LA MESA. TODOS SON SOSPECHOSOS.