Todos podemos ser el demonio del otro. Todos podemos ser el sacrificio humano de ese otro. María Fernanda Ampuero, una de las vocesimprescindibles de la literatura latinoamericana actual, nos empujamagistralmente a un universo húmedo, podrido y hostil donde laviolencia marca la narrativa de nuestras vidas. En ese mundo se yergue una bestia de muchas cabezas que aterroriza y muerde a los débiles, a los marginales, a los sacrificables en aras del silencio, de ladesigualdad, del odio, del abuso, de la muerte. Así, cada historia es un grito que contempla a las víctimas de estossacrificios humanos que permanecen cada día en los altares de aquellos que los celebran, los ocultan o miran hacia otro lado
Todos podemos ser el demonio del otro. Todos podemos ser el sacrificio humano de ese otro. María Fernanda Ampuero, una de las vocesimprescindibles de la literatura latinoamericana actual, nos empujamagistralmente a un universo húmedo, podrido y hostil donde laviolencia marca la narrativa de nuestras vidas. En ese mundo se yergue una bestia de muchas cabezas que aterroriza y muerde a los débiles, a los marginales, a los sacrificables en aras del silencio, de ladesigualdad, del odio, del abuso, de la muerte. Así, cada historia es un grito que contempla a las víctimas de estossacrificios humanos que permanecen cada día en los altares de aquellos que los celebran, los ocultan o miran hacia otro lado