Rowdy Yates, propietario de un bar, no era la clase de hombre al queuna mujer pudiera resistirse. Por eso, cuando se insinuó a la camarera Avery Mullins, lo hizo convencido de que podría llegar a conocerla afondo. Pero aquella esquiva belleza tenía sus razones para guardar las distancias... Entre ellas, un pasado que podía volver paraperseguirlos a los dos.Avery pasaba las noches trabajando en labarra... e intentando olvidar el secreto que Rowdy estaba decidido adesenterrar. Pero, para cuando la historia amenazó con repetirse, yahabía acabado por confiar en la presencia protectora de Rowdy. Y,cuando las chispas estallaron entre ellos, se vio obligada a elegirentre la seguridad que por fin había encontrado y la pasión quesiempre había deseado.