Ya sabemos que una cosa es el narrador y otra cosa el yo del autor,pero lo que no está tan claro es la condición real o ficticia desde la que habla ese narrador que toma la voz y se nombra en plan retrato,memoria, herencia, crónica, acusación o prueba de descargo, que algoasí es lo que viene a suceder en este Retrato con fondo rojo, en elque el yo personal y propio de un militante antifranquista alcanza aser memoria de una generación y de una época.¿Qué quiere este libro de nosotros? ¿Cantar la cólera de Aquiles? ¿Ser crónica de una muerte anunciada? ¿Recordarnos aquello del ubi suntlas indignaciones de antaño? ¿O acaso pretende, qué ingenuo, quenosotros, tan posmodernos, nos manchemos las manos y emitamos unjuicio final sobre una generación que vivió la llegada de la píldoraanticonceptiva, la tele en blanco y negro, y vio morir a Franco en sucama mientras sonaba aquella canción de adelante hombre delseiscientos la carretera nacional es tuya?Señor! Señor! La de cosas que hemos visto!Memorias muyrepresentativas de un profesor que militó en el comunismoantifranquista.Jesús Felipe Martínez Sánchez, Segovia 1948.Catedrático de Lengua Castellana y Literatura de instituto deenseñanza secundaria y actualmente jubilado, es coautor de la novelaLos narradores cautivos . (Alfaguara, 1999) y de varios ensayos, entre los que destaca La narración infantil. Una experiencia pedagógica(Ministerio de Educación y Ciencia, 1977). Ha publicado asimismoantologías y ediciones literarias sobre autores clásicos y modernos en las editoriales Debate, Rd, Legasa Literaria, Akal, Alborada,Edelvives y Orbis.