Los relatos que integran este libro se cuentan entre los másrepresentativos de la obra felisbertiana: en todos ellos se refleja un estilo que, para Italo Calvino, «desafiaba toda clasificación y todomarco», y cuyo rasgo más característico es el sarcástico intercambiode papeles entre los objetos y las personas, una operación que, parasorpresa del lector, arroja una insólita luz sobre la naturaleza delmundo actual. Hernández fue pianista y muchas de sus historiascombinan, como el piano, dos fenómenos en apariencia irreconciliables: por una parte la máquina, que remite al trabajo y a la incesantetransformación o uniformización del entorno, por otra el goce y lasensualidad de la música y la imaginación.