En la primera noche de viaje hacia la Luna, «Buzz» Aldrin notó quesucedía algo extraño cuando cerraba los ojos. Primero pensó que estaba en su cabeza, pero más adelante descubrió que también le sucedía asus compañeros. Ninguno de los astronautas del Apolo 11 estabapreparado para aquella alteración de la vista, un fenómeno que hastaentonces nadie había experimentado.Con este inquietante planteamiento arranca esta selección dereportajes y relatos escritos por el periodista científico AntonioMartínez Ron en los últimos años. Por sus páginas aparecen físicos que provocan auroras boreales, biólogos que toman LSD para comunicarsecon delfines, patólogos que roban cerebros y soldados que se lanzan en pijama desde el límite de la estratosfera. Historias que podríanaparecer en una obra de ciencia ficción, pero que tienen el valorañadido de que sucedieron de verdad. Un recordatorio de que el mundoes mucho más raro y fascinante de lo que pensamos y de que la cienciaes la mayor fuente de sucesos extraordinarios.«Los fogonazos de Antonio Martínez Ron confirman que es posible contar historias emocionantes y absolutamente rigurosas, y se leen con elentusiasmo con el que leíamos las novelas de aventuras [...] El lector comprobará que es muy difícil terminar una de las historias de estelibro y no empezar inmediatamente con la próxima.»Ander Izagirre