«¿Qué es torear? Yo no lo sé. Creí que lo sabía Joselito y vi cómo lomató un toro.» A partir de esta experiencia, don Gregorio Corrochanoaborda este ensayo, amparándose en lo que vió hacer a los grandestoreros de su tiempo y en lo que vieron otros que nacieron antes queél. Como en tauromaquia nunca se sabe, si lo que se dice -o lo que sehace- es verdadero, se deja guiar por la «experiencia sabia» deaquellos que, como Pepe Hillo, Paquiro o el mismo Joselito, regaroncon su sangre los ruedos.Este libro no fue escrito para dar lecciones magistrales a lostoreros. El torero tiene su mejor maestro en el toro. Esta reflexiónva dirigida al público, al aficionado que guste de ponerse alcorriente de lo que es torear, para que sepa descifrar la corrida ydescubrir los inagotables matices de la lidia.Un libro como este, que no deja de ser las memorias de un espectadoral que la muerte de Joselito le permitió desvelar las servidumbres y grandezas del toreo, permitirá al aficionadoveterano recuperar el sabor de un pasado que seguramente fue mejor, yal primerizo, abordar la lidia con la seguridad de que obtendrá lo máximo de esa experiencia iniciática.