Kôhei vivía atrapado en su propia soledad debido al déficit auditivoque padece hasta que, un día, el vivaracho Taiichi irrumpió en sumundo. Poco a poco, los sentimientos de ambos se convierten en algomás que amistad. No obstante, entre la prometedora carrera de Taiichiy los estudios de Kôhei, les queda poco tiempo para avanzar en surelación, en la cual no dejan de surgir malentendidos.