En 1918, con las catastróficas consecuencias de la Primera GuerraMundial materializándose en los paísesderrotados, Sigmund Freud m anifestó públicamente la necesidad deestablecer centros sanitarios gratuitos para atendera aquellos pacientes que carecían de recursos para costearse untratamiento. La iniciativa de abrir establecimientos deestas características no tardó en germinar en el seno de la comunidadpsicoanalítica de Viena, y tanto Freud como otrosespecialistas pioneros le prestaron su apoyo ideológico, político eincluso económico.