Las crisis de todo tipo que se extienden a lo largo del presente siglo permiten aventurar que la historia ha entrado en una nueva edad aúnsin nombre. Ésa es la tesis que se defiende en este libro, a la vezque se examinan los detalles que identifican el que es ya un nuevotiempo. En paralelo, el autor describe cómo se está produciendo latransición entre épocas y exhorta a pensar en ello con patronesdiferentes a los que rigieron el periodo histórico precedente.
«¿Es posible que tengamos que reescribir pronto los libros de textopara anotar que hemos entrado en una nueva edad? Probablemente sí,probablemente estemos viviendo desde hace unos años el tránsito haciaesa nueva edad aún sin nombre, aún sin definición ni contenidosexactos que la identifiquen».
Ignacio Fernández Herrero